En el marco del concurso de ideas organizado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), el estudio Aisenson Arquitectos junto al estudio asociado MGHS obtuvieron el primer premio para el diseño del edificio sede principal de la institución a ubicarse sobre el eje central del Parque de la Innovación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Con el objetivo de desarrollar un proyecto que expresara la excelencia en enseñanza e investigación de las diversas ingenierías y tecnologías, la propuesta ganadora del primer premio estuvo guiada por una serie de premisas que involucraron desde la ocupación estratégica de los lotes para poder percibir el nuevo Campus del ITBA desde su primera etapa con la Nueva Sede Académica (M1), la Plaza de Acceso (M2) y la Plaza de Estudio, Intercambio y Recreación (N2) hasta la definición de una red de accesos.
A su vez, se priorizó contar con una distribución flexible del programa y materializar un edificio transparente y protegido, mostrando al exterior de la comunidad educativa las áreas comunes y de investigación. A través de la generación de lugares, espacios, conexiones, sistemas circulatorios y áreas de encuentro, se planeó propiciar los encuentros creativos, el descubrimiento casual y los intercambios inesperados exponiendo al igual que en la fachada, la totalidad de sistemas y procesos, estructuras y sistemas de tratamiento de aire y agua, monitoreo digitalizado de ahorro energético, presencia de CO2 en los lugares de trabajo, entre otros procesos. La materialidad implementada y el uso de tecnologías y energías alternativas conformaron una parte intrínseca del proyecto.
Memoria enviada por los autores. La implantación juega un rol fundamental a la hora de distribuir el programa y diseñar las etapas de construcción. Al evaluar las condiciones de cada uno de los terrenos pertenecientes al conjunto ITBA, el de la Nueva Sede reúne las mejores características.
Se trata del primer terreno desde el comienzo del eje peatonal del Parque de la Innovación y cuenta con las mejores visuales, abriéndose hacia su frente principal con la Plaza “Tiro Federal” y teniendo el frente a la nueva calle Bavio con un parque lineal frente al edificio histórico de Tiro Federal. Su forma de implantarse con dos plazas de acceso hace que la integración al Parque sea de forma gradual y aporta espacios abiertos y seguros de transición entre el edificio y el espacio público para uso de la comunidad ITBA y de la Innovación.
La etapabilidad se diseñó según determinados factores:
- Construir los metros cuadrados requeridos utilizando la menor pisada posible y economizando así la obra
- No restringir la constructibilidad futura con decisiones de la primera etapa, conservando la máxima construcción en los 3 terrenos
- Empezar en la mejor ubicación formando parte del Parque de la Innovación y alejar ciertos programas de la Av. Udaondo
- El primer edificio debería pivotar con las siguientes etapas y contener el programa principal
Es importante entender que cada etapa planteada es un proyecto final en sí mismo, pero al mismo tiempo está planteado el crecimiento y las posibilidades de variación y que cada obra de ampliación no afectará al funcionamiento de las actividades. La segunda etapa es el comienzo de la construcción de la “Ciudad ITBA”, un campus o conjunto de edificios de programa específico.
El espacio público y los accesos a los edificios ITBA comparten un lenguaje en el nivel de basamento, con una estructura reconocible de galerías y columnas, con terminaciones de canteros que le agregan naturaleza al conjunto y al mismo tiempo referencian a los usuarios para rápidamente entender que pertenecen al conjunto, mientras que los edificios cuando emergen del basamento tienen identidad propia según el uso que contiene. Este dispositivo de basamento sirve para seguir expandiendo e incorporando más edificios en futuras etapas de crecimiento de la Ciudad ITBA.
El programa se ordena y distribuye en altura según las cuatro áreas operativas (público, pedagógico, administrativo y servicios), la ocupación máxima de los espacios (gran, media y baja concurrencia), el grado de avance de carrera y de restricción de acceso, y por último, la necesidad específica de ubicación.
Los accesos permiten modificar el funcionamiento del edificio y variar circuitos según eventos u horarios. Un claro sistema circulatorio recorre el edificio desde la calle principal de acceso en la planta baja que distribuye desde el lobby hasta los locales comerciales, pasando por el núcleo de ascensores y escaleras de incendio, encuentro de docentes, informes, seguridad y otros.
Todos los niveles cuentan con un espacio destinado a la actividad deportiva y recreativa detrás del núcleo y con amplias visuales para estimular la creatividad dentro del ámbito de enseñanza, cómo por ejemplo yoga, terrazas, livings ambientados, playroom, gym, entre otros.
Las aulas son reconfigurables y pueden ser utilizadas por las diferentes carreras, ya que el mobiliario lo diseñamos para poder armar la clase según necesidad. Son equipadas con tecnologías y sistemas avanzados de apoyo pedagógico. Los laboratorios y talleres se localizan en lugares de fácil acceso y con equipamientos e instalaciones acordes con las complejas actividades que allí se llevan a cabo, evitando interferencias negativas con el resto de las aulas del edificio.
El usuario ITBA es el que define la identidad, destino y usos programáticos del edificio, requiere de las últimas tecnologías para estudiar e investigar. Aún así, repensar los espacios de trabajo y estudio fue la premisa principal de diseño para mejorar la relación entre los alumnos y docentes y hacer más eficiente e innovador un ámbito que no cambia hace muchos años. Incorporamos acompañando el sistema circulatorio el nuevo espacio ITBA 4.0, desde la planta baja hasta el último piso, convirtiendo todas las circulaciones en espacios de uso de distintos tipos de escala según el nivel y que tipo de actividad se desarrolla. Dada la naturaleza del edificio y los tiempos que corren de constante cambio y evolución, la flexibilidad es una de las características centrales en el diseño de cada una de las partes.
La fachada tiene la flexibilidad para adaptarse a las necesidades del programa que reviste, abriéndose en los locales que quieren aprovechar las visuales, o densificando la piel según la cantidad de horas de incidencia solar. Otra de las ventajas de la sistematización y parametrización de la piel es la posibilidad de variar los diseños sin afectar al funcionamiento. Las plantas pueden variar los usos o la capacidad de concurrencia con simples movimientos o adaptaciones de la panelería divisoria. El grado de adaptación de la planta depende del tipo de programa y la estructura destinada.
En los subsuelos, se encuentran los programas que requieren grandes luces como los auditorios, o soportar grandes cargas como los talleres con puente grúa. Los niveles superiores se destinan al área pedagógica y la flexibilidad permite ordenar distintos tipos de aulas y variaciones específicas. Todos los niveles respetan una altura libre de 3,2 m permitiendo una amplia variedad de usos posibles.
En cuanto a su estructura, el edificio utiliza una modulación de 7,5 m x 7,5 m, entrepisos sin viga y con capiteles. Se estima un espesor de 20 cm de losa y 40 cm totales entre losa y capiteles. Debido a disposiciones arquitectónicas, el módulo se interrumpe para liberar el hall de entrada y los salones del primer subsuelo, realizando una transición a un módulo de 15 m x 7,5 m que se produce mediante vigas de apeo de 15 metros de luz, en dos niveles: sobre el primer piso y sobre planta baja.
La fachada refleja literalmente el espíritu de la institución: innovadora, disruptiva, flexible y en permanente movimiento, pero al mismo tiempo de una solución constructiva reconocible y de fácil producción y montaje, de materiales nobles y accesibles, moderna y sútil. La incorporación del diseño paramétrico a la fachada hace que podamos variar la materialidad, incluso las formas y densidad de apertura sin perder las condiciones principales logrando la apertura de las visuales en los principales locales y la protección del impacto solar.
Proyecto: Pablo Pschepiurca, Joan Marantz, Alex Gazzo Huck, Rodrigo Grassi Arquitectos
Colaboradores: Pilar Polyblank, Alex Andino, Fabián Tawara, Nicolás Medel, Bernardo Rípoli, Ian Groisman Marcilla, Ignacio Mazzuchelli, Florencia Gómez Passanante, Luis Penissi, Agustina Casaseca, Ana Carena, Gaspar Sobral
Asesores: Alberto Hugo Fainstein Ingeniero AHF SA Estructura Resistente, Carlos Grinberg Ingeniero Climatización y ventilaciones mecánicas